En un mundo en constante evolución, es esencial explorar y comprender cómo los roles tradicionales están cambiando y cómo las mujeres están desempeñando un papel cada vez más relevante en campos que antes eran dominados por los hombres.
De acuerdo a un nuevo estudio de Bain&Company señala que las mujeres siguen constituyendo menos del 40% de la fuerza de trabajo a nivel mundial, a pesar de esto, la mujer ha logrado ganar espacio en diferentes áreas laborales. El área laboral operativa, que incluye trabajos manuales y técnicos, ha sido tradicionalmente dominada por hombres. Sin embargo, cada vez más mujeres están ingresando a este sector y rompiendo barreras de género en roles que antes se consideraban masculinos, su participación es esencial para el crecimiento económico y la competitividad de las empresas.
En este artículo, exploraremos el rol de la mujer en el área operativa realizando trabajos de altura y cómo su presencia está transformando la industria.
Habilidades y Capacidades
El trabajo de altura requiere una serie de habilidades y capacidades específicas, como resistencia física, coordinación, habilidades técnicas y capacidad para tomar decisiones rápidas y precisas. La igualdad de género en el ámbito laboral está permitiendo que las mujeres tengan acceso a la formación y la experiencia necesaria para desempeñarse en trabajos de altura de manera segura y eficiente.
Los riesgos que corren los hombres son más conocidos debido a que, hasta ahora, los aspectos de seguridad y salud en el trabajo (SST) se habían focalizado en empleos peligrosos, en sectores predominantemente masculinos. Esta presencia creciente de la mujer despierta una serie de interrogantes relacionadas con cuestiones de género, en función a los diferentes riesgos que pueden enfrentar hombres y mujeres en materias como: exposición a substancias peligrosas; impacto de los agentes biológicos en la salud reproductiva; demandas físicas del trabajo pesado; diseño ergonómico de los lugares de trabajo y la extensión de la jornada laboral. Esto último, teniendo en cuenta las tareas que han de llevarse a cabo en el hogar.
La separación de la fuerza de trabajo en función del sexo genera diferentes retos para la seguridad y salud de hombres y mujeres en el lugar de trabajo. Por ejemplo, los hombres tienen más presencia en industrias como la construcción y la minería, mientras que la gran mayoría de las mujeres trabajadoras se concentra en la agricultura y el sector de servicios.
Al abordar estos desafíos y promover un entorno laboral inclusivo, las empresas no solo contribuyen a la equidad de género, sino que también se benefician de la diversidad de perspectivas y experiencias que las mujeres pueden aportar. La diversidad de género ha demostrado ser un impulsor del éxito empresarial, ya que promueve la creatividad, la innovación y la toma de decisiones más sólidas.
Revisando unos estudios encontramos que de acuerdo a los estándares OISS de Seguridad y Salud en el Trabajo de 2021, los últimos años han sido positivos para la situación de la mujer en el mundo del trabajo y la igualdad de género en la sociedad. El número de mujeres que participa en el mercado laboral no tiene precedentes y hay más conciencia de la importancia de la igualdad de género en las iniciativas para reducir la pobreza e impulsar el desarrollo económico. Prueba de ello es la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas que incluye un objetivo independiente para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, el Objetivo 5, y metas con enfoque de género en los demás objetivos. No obstante, pese al progreso logrado y al empeño en seguir avanzando, las perspectivas de la mujer en el mundo del trabajo distan mucho de ser iguales a las de los hombres.
Igualmente con todas estas estadísticas sobre la situación de la mujer en trabajos operativos, queremos destacar que durante el 2022, en La Ceja,municipio colombiano ubicado en el departamento Antioqueño, se formó la primera generación de linieras compuesta por 17 mujeres provenientes de diferentes regiones del país, dispuestas a enfrentar el desafío de trabajar a 40 metros de altura.
Este logro es un testimonio del coraje, la dedicación y la determinación de estas mujeres para superar los estereotipos de género y demostrar su competencia en un trabajo físicamente exigente que históricamente ha sido dominado por hombres.
Entonces podemos decir que la mujer del siglo XXI es libre en búsqueda de reivindicación y empoderamiento femenino, decide qué estudiar, si vivimos solas o en pareja, si tendremos hijos o no, entre otras miles de decisiones que hace 51 años exactamente no era posible, vivimos mejor pero todavía no podemos hablar de una igualdad real hombre-mujer, si bien es cierto, hemos ganado en independencia económica, estudios y respeto profesional, el precio a pagar es muy alto ya que paralelamente nos quejamos de falta de tiempo y estrés, asimismo la presión social por ser perfectas nos angustia y muchas veces deprime.
Las mujeres de este siglo quieren hacerlo todo, al mismo tiempo y bien hecho.
Desde COINPRE S.A.S queremos extenderles una cordial invitación a participar en nuestra capacitación en trabajos en alturas, la cual es fundamental para garantizar la seguridad de los empleados que realizan actividades en entornos elevados. Nuestro programa de capacitación está diseñado tanto para mujeres como para hombres y de esta manera poder proporcionarles los conocimientos y las habilidades necesarias para trabajar de forma segura y eficiente.